
Fernando Gago nació en Ciudadela, parte del Área Metropolitana de Buenos Aires, Argentina, el 10 de abril de 1986. Siempre fue un niño apasionado por el futbol, jugando con sus amigos del barrio en las polvorientas, caóticas y desoladas calles de la capital argentina en los primero años como nación democrática después de la dictadura de Jorge Rafael Videla que azotó al país sudamericano.
Su gran talento futbolístico lo convirtieron rápidamente en una de las grandes promesas del futbol argentino, por lo que desde temprana edad llegó a las categorías inferiores de Boca Juniors, equipo de sus amores donde soñaba jugar y convertirse en una leyenda del club.

Así, en 2005 usaría la camiseta número 5, en el equipo de Alfio Basile, mítico entrenador de Boca que lo ganó todo con el equipo. Gago sería el engranaje central de aquella plantilla que conquistó 5 títulos en 5 competiciones distintas. A partir de este momento, el entrenador Rojiblanco ya había escrito con letras de oro su nombre en la historia del club argentino.
Gago conquistó el amor, admiración y cariño de los aficionados argentinos, por lo que rápidamente se convirtió en uno de los jugadores más queridos de Boca. Su gran nivel le valió las comparaciones con jugadores de renombre del país sudamericano, tales como Fernando ‘el Príncipe’ Redondo y Jorge Valdano.

Así, en 2006 fue fichado por el Real Madrid, el logró más destacado en su carrera como futbolista. Su transacción se cerró en 27.7 millones euros, lo que en su momento fue el fichaje más caro en la historia de Boca y el segundo en la historia del futbol argentino, sólo por detrás de Sergio ‘Kun’ Agüero.
En su primera temporada en el Real Madrid, Gago se hizo con la titularidad indiscutible, demostrando un talento inigualable y una presencia y carácter férreo en el mediocampo galáctico. A su llegada a la capital española, el argentino se impuso al legendario Mahamadou Diarra como el engranaje titular del cuadro merengue.

Durante los 5 años que Gago defendió los colores madrileños, fue elogiado y reconocido por su talento, actuaciones y desempeño mostrados en el terreno de juego, llegando a ser pretendido por Juventus y Arsenal, sin embargo, Real Madrid no lo vendió.
Mas José Mourinho llegó al banquillo blanco y, aunado a sus constantes lesiones que lo mantenían lejos de las canchas, Gago comenzó a perder protagonismo con el equipo. El técnico portugués prefería a Lassana Diarra por encima del argentino, por lo que en 2012 salió del máximo ganador de Champions.

Su siguiente club europeo sería el Roma. Jugó una temporada en la capital italiana, donde seguiría demostrando su talento que lo convirtieron en una figura generacional en el futbol argentino. Su próximo club sería el Valencia de La Liga.
Apenas jugaría 1 año en el equipo español, pues en 2013 regresó a Argentina, con Vélez, en calidad de préstamo por 6 meses sin opción de compra. En el club argentino continuó con su gran futbol, a pesar de las lesiones que seguían aquejando su carrera.

Ese mismo año, tras terminar su préstamo con Vélez, Gago regresaría después de 7 años al equipo de sus amores, después de que no fuera considerado en Valencia, a pesar de haber firmado un contrato por 4 años con el club español.
Con el equipo de La Ribera regresaría a sus ‘años de gloria’, pues sería capitán del club y uno de los referentes de la institución. En una especie de retorno soñado, el ‘hijo pródigo’ estaba de vuelta en Buenos Aires, donde vivió sus mejores años en el futbol.

Sin embargo, Gago fue víctima constante de las lesiones, que no le permitían mantener una estabilidad en sus equipos, cuando parecía estar desplegando su mejor nivel. Eso ocurrió en Real Madrid, en Boca Juniors y en la Selección argentina, con quien jugó de 2005 a 2017.
Las lesiones terminaron por obligarlo a rescindir su contrato con Boca en 2019. Tendría un breve paso por Vélez ese mismo año, para dar fin a su carrera como jugador en 2020, a la edad de 34 años. Para muchos, sufrió de más por las lesiones de las que fue objeto, lo que le impidieron tener una carrera más longeva.

Ganó los títulos de liga con Boca Juniors, Vélez y Real Madrid. Además, conquistó la Copa del Rey y la Copa Argentina, Recopa Sudamericana y Copa Sudamericana. A nivel de selección también alcanzó la gloria: Copa Mundial sub-20 de 2005 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
El ‘Pintita’, como también era conocido, debutó como director técnico en 2021, con Aldosivi, equipo de la Segunda División Argentina. Su primera aventura en el banquillo fue un desastre: 16 derrotas y apenas 7 victorias en 26 partidos con el equipo de Mar del Plata.
Sería hasta ocupar el cargo de estratega de Racing Club donde Gago brillaría y demostraría su expertise en el futbol. Con la ‘Academía’ demostró un gran rendimiento y una capacidad excepcional para recuperar a jugadores que venían con un nivel bajo en torneos anteriores. Esto ha ocurrido en Chivas con el caso de Pavel Pérez o del ‘Pollo’ Briseño.

Con Racing el ‘pintita’ ganó el Trofeo de Campeones y Supercopa Internacional en 2022, además de que su equipo era considerado por medios de comunicación y aficionados argentinos como uno de los que mejor jugaban al futbol. Incluso, se quedó a 3 puntos de ganar la liga argentina en 2022.
El 20 de diciembre de 2023 se oficializó su llegada a Chivas. A la fecha, le ha dado un aire distinto al equipo, ha recuperado a jugadores que venía con un muy bajo nivel futbolístico y ha desplegado un buen futbol. A pesar del desastroso primer clásico ante América en el torneo, en los otros dos partidos frente al acérrimo rival, Gago demostró que el Rebaño está para jugarle de tú a tú a las águilas.

Además, bajo la dirección técnico de Gago el Guadalajara ha continuando en una tendencia ascendente que no se veía desde hace años, pues cada cambio de técnico significaba una ‘crisis’ al interior del Rebaño. Con el argentino, si se continúa con su proyecto, Chivas podría comenzar a aspirar a empatar o igualar el futbol de los equipos ‘fuertes’ del México, no con la contratación de figuras, sino con el buen desempeño y planeamiento en la cancha.